Alguien nos comentó recientemente un dato interesante. Si (inserte el nombre de una gran empresa, p. ej., 3M o Dupont) fabricara una fibra renovable, que gestionara la humedad, purificara el aire y fuera compostable, todo el mundo la compraría. Pues bien, ¿sabe qué?... ¡Sí que puedes! Eso es lo que hace una fibra de lana gruesa todo el día, todos los días.
¿Cómo es eso posible?
Sencillo. Durante los últimos 10.000 años, la lana ha evolucionado en el departamento de I+D de la naturaleza, no en un laboratorio. Está diseñada para proteger a los animales de todos los elementos: calor y frío, humedad y sequedad. El resultado es una fibra muy superior a la que podríamos haber creado en un laboratorio en los últimos 100-150 años. ¡Increíble!
Como se aprecia claramente en estas imágenes, una fibra de lana gruesa experimenta una gran cantidad de actividad tanto en el exterior como en el interior. En cambio, con una fibra de seda o algodón, y aún menos con una fibra sintética de poliéster, ocurre mucho menos.
La lana inherentemente:
- Controla la humedad, sin preocuparse por el moho.
- Aísla contra todos los elementos.
- Absorbe el sonido
- Filtra el aire: los aminoácidos se unen con el formaldehído, el óxido de nitrógeno y el dióxido de azufre.
- Se autoextingue naturalmente
- Se composta completamente
Entonces, ¿cómo y por qué la lana hace todo esto? La respuesta sencilla reside en la complejidad de la fibra de lana.
La superficie exterior de la fibra de lana está compuesta por escamas superpuestas llamadas células cuticulares. Estas células proporcionan un exterior resistente, protegiendo la lana de daños. Estas células tienen una capa cerosa, lanolina, que la hace repelente al agua, pero también presentan pequeños poros que permiten el paso del vapor. Así es como la lana obtiene sus propiedades de gestión de la humedad o higroscópicas . Absorbe y desorbe la humedad, creando un ciclo dinámico que mantiene seco el entorno (tu piel, el aire de tu casa) a la vez que preserva la integridad de la fibra. ¡Aquí no se desploma la humedad!
Una mirada al interior de la fibra de lana es igualmente reveladora.
En una ingeniosa demostración de evolución, el interior de una fibra de lana, la célula cortical, está organizado en dos mitades distintas. Estas dos mitades responden de forma distinta al entorno, lo que provoca que la fibra de lana se doble o se enrosque. Este enroscamiento es crucial, ya que crea volumen y atrapa una gran cantidad de aire entre las fibras, lo que la convierte en un buen aislante. El enroscamiento, junto con las células de la cutícula mencionadas anteriormente, también impide que la suciedad entre en la fibra. ¡Limpio y cálido!
Al observar más a fondo la fibra, observamos dentro de la célula cortical una estructura elástica que le otorga a la lana su flexibilidad y elasticidad. Por ejemplo, ¡una fibra de lana puede doblarse sobre sí misma más de 20 000 veces! Además, esta estructura elástica está rodeada por una matriz que contiene proteínas ricas en azufre que absorben fácilmente las moléculas de agua, lo que contribuye a la gestión de la humedad.
La composición interior de la lana también explica su resistencia al fuego y su capacidad de autoextinguirse. La lana tiene un alto contenido de nitrógeno y agua, por lo que necesita niveles de oxígeno más altos para arder que los que proporciona el entorno circundante. Además, la estructura de la membrana celular reticulada de la lana se hincha al calentarse hasta el punto de combustión, formando una capa aislante que impide la propagación de la llama. Esto también significa que la lana produce menos humo y gases que las fibras sintéticas y los aislantes sintéticos.
Las queratinas son clave
La lana de oveja está compuesta en un 97 % por queratinas (como el cabello y las uñas). Lo crucial de las queratinas es que contienen aminoácidos que se unen a sustancias químicas nocivas como el formaldehído , el óxido de nitrógeno y el dióxido de azufre. En otro ingenioso desarrollo evolutivo, también se unen irreversiblemente a estas sustancias.
Y finalmente, unas palabras sobre la absorción acústica , un atributo clave del aislamiento de lana. Debido a la estructura única de la fibra, la lana es elástica (recupera su forma sólida original) y posee propiedades viscosas (se comporta como un líquido), por lo que la describimos como viscoelástica. Lo sorprendente de los materiales viscoelásticos es que absorben la energía de las ondas sonoras y luego la disipan. En otras palabras: el aislamiento de lana crea un espacio habitable tranquilo de forma completamente natural.
Estos son hechos, no discursos de marketing ni conjeturas.
La ciencia y los datos respaldan las características de alta integridad de la fibra de lana. Es cierto que gran parte de la información se distribuye entre diversas industrias y aplicaciones asociadas. El aislamiento comercial y residencial presenta deficiencias en términos absolutos, aunque sí se aplican los relativos. Estamos cambiando este aspecto del proceso al embarcarnos en un análisis del ciclo de vida, una declaración ambiental del producto y rigurosas pruebas relacionadas con los desafíos de la humedad en el entorno construido.
Compartiremos actualizaciones sobre este proceso a medida que avancemos. ¡Hacer hincapié en las características inherentes, sumamente dinámicas, nos pareció un buen punto de partida!
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