Intereses desalineados
Esta semana nos gustaría compartir nuestra perspectiva sobre la industria de la instalación de aislamientos. Tras seis años de estrecha colaboración con estas empresas, hemos aprendido muchísimo, conocido a gente estupenda y, sí, hemos tenido algunas frustraciones. Seguimos viendo una industria lista para la transformación, o quizás, dicho de forma más sutil, la mejora.
Seamos claros en algo. Hay muchos instaladores de aislamiento concienzudos. Se enorgullecen de su trabajo y comprenden la importancia de los materiales de calidad. Por lo general, son empresas pequeñas, dirigidas por sus propietarios, que dan gran importancia a las relaciones positivas con los clientes. No se rigen por la jerga convencional del sector: "sopla y listo".
Cómo hemos llegado a comprender la industria de instalación de aislamiento
Históricamente, a la mayoría de los propietarios no les interesa aprender sobre aislamiento ni cómo se instala. ¿Por qué debería interesarle? No es una parte visible de su casa, es difícil saber si realmente funciona y los materiales utilizados son misteriosos, por no decir peligrosos. Nadie quiere tocar la fibra de vidrio , y mucho menos considerar su origen. La celulosa es papel de periódico reciclado, en un buen día... ¡ABURRIDO! El algodón es una buena idea, pero no es aislante ni controla la humedad. La lana de roca no es lana y la mayoría de sus productos contienen formaldehído. La espuma en aerosol es el próximo gran problema de la industria , pero antes de eso, ¿por qué dejaría que alguien con un traje protector entrara en su casa para "sellarla" con productos químicos?
Sigue el dinero
Ahora, analicemos la economía de la instalación de aislamiento. Seguir el rastro del dinero siempre es una experiencia reveladora.
Los instaladores cobran por la instalación según los metros cuadrados y las tarifas de mano de obra local. Generalmente, no ganan dinero con la mano de obra, sino que es un costo que se traslada al cliente, con poco o ningún margen. Sus ganancias se basan en el material aislante con un margen de beneficio estándar de aproximadamente 1.4x. Si el material cuesta más, el instalador gana más. Genial, el aislamiento de lana cuesta más, así que los instaladores ganan más. ¡Bienvenido al mercado, Havelock! No tanto.
La industria ha evolucionado de forma diferente. El poder adquisitivo de las grandes empresas nacionales les permite adquirir a las regionales más pequeñas. Una vez en una plataforma grande, el material de un instalador cuesta menos, lo que significa que es más competitivo y puede conseguir más empleos. O al menos ese es el argumento de venta. En realidad, se unen a una organización grande y disfuncional que acaba de cerrar el mismo acuerdo con sus dos competidores más cercanos, por lo que ahora compran material más barato, pero también tienen que venderlo más barato para mantenerse en el negocio. Aquí radica la carrera a la baja liderada por los fabricantes. Venden más material en un entorno altamente competitivo sin importar dónde ni cómo termina en una vivienda.
¿El resultado? Los consumidores obtienen lo que pagan. Instalación improvisada de aislamiento de baja calidad.
Entonces, ¿cómo encaja Havelock Wool en la ecuación?
Nos dirigimos a quienes buscan materiales de calidad, duraderos y de alto rendimiento que creen un hogar saludable. Invitamos a los propietarios a tomar decisiones informadas sobre sus materiales de aislamiento. Con un poco más de reflexión y, sí, considerando el costo inicial, obtendrá los beneficios a largo plazo de mejores materiales. Esté atento, ya que la industria del aislamiento convencional, en su forma actual, no le permitirá alcanzar sus objetivos. Debe abogar por sí mismo... pero no se preocupe, Havelock también está aquí para ayudarle.
Dos trabajos recientes nuestros ejemplificaron esta diferencia de mentalidad entre un propietario informado y la industria de la instalación, que se centra en el volumen. De hecho, fueron estas experiencias las que inspiraron este blog. Podemos resumirlo así:
El propietario: La casa es cómoda, tranquila, cálida, protegida y acogedora. Nos sentimos muy satisfechos con el uso de materiales sostenibles y de calidad. El instalador se quejó mucho de la demora en la instalación, pero aun así, esperamos usar lana en nuestro próximo proyecto.
El instalador: Trabajar con lana es un rollo. Su instalación es más lenta y no funcionó del todo bien con nuestras máquinas de relleno suelto. No tenemos otros proyectos de instalación de lana en marcha, así que el aprendizaje fue en vano. Tenemos muchísimo trabajo por hacer y esto nos retrasó mucho.
Se puede apreciar claramente la disparidad de intereses. Un propietario feliz debería ser beneficioso para todos, pero el sector de la instalación, impulsado por el volumen, actualmente no lo permite.
Las buenas noticias
Volviendo a los instaladores mencionados al principio de la publicación, con quienes trabajamos con éxito una y otra vez. ¿Cómo lo hacen? Tienen una visión a largo plazo, conscientes de que una casa bien construida es un buen negocio. Disfrutan ofreciendo un producto que el mercado demanda cada vez más y que su competencia no. Entienden que lo que pueden perder en volumen de trabajos lo compensan con un producto con mayor margen. Y, por último, su objetivo, una casa saludable y eficiente, coincide plenamente con el del propietario. De nuevo, esto es un buen negocio.
Agradecemos enormemente al creciente número de instaladores que comparten esta filosofía. Se dedican a mejorar la salud de las estructuras y se comprometen a mejorar el entorno construido. Estamos aquí para apoyar sus esfuerzos y esperamos que usted también lo haga.
Cuídate,
Andrés
